domingo, 5 de junio de 2011

¿Quién debe dirigir el Fondo Monetario Internacional? Opinion - Opinión

Los consensos alcanzados en 1944 en Bretton Woods no deben determinar las decisiones que se tomen en junio de 2011. España tiene que reevaluar su papel en el mundo.

El sábado 14 de mayo asistíamos incrédulos a las noticias que relataban un grave incidente en el lujoso Hotel Sofitel de Manhattan. La fiscalía de New York acusaba al director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, de diversos delitos de contenido sexual contra una camarera del citado hotel. Dominique Strauss-Kahn, ex presidente del FMI.
La vorágine de información, valoración, teorías, y consecuencias envolvió a todo el mundo porque resultaba altamente morboso todo lo que se refería. Es un apasionante episodio que refleja las realidades y conflictos del ser humano y las decisiones a adoptar.
Pero el objetivo de este artículo es examinar una de las repercusiones económicas que este escándalo ha traído consigo: la dimisión de Strauss-Kahn como director ejecutivo del FMI y, por tanto, la necesidad de designar un sucesor.
La primera reacción de los países que dominaban el mundo en 1945 y que crearon las diferentes instituciones mundiales –FMI y Banco Mundial, entre otros– fue tratar de aplicar directamente las reglas establecidas a mediados del siglo XX: Estados Unidos dirige el Banco Mundial y Europa dirige el FMI.

Christine Lagarde

En este contexto, el candidato de consenso de las principales potencias europeas –esencialmente Francia y Alemania– es Christine Lagarde. Se trata de una brillante profesional, nacida en París hace 55 años, licenciada en Derecho y en Ciencias Políticas, y que ha desarrollado una intensa vida en el sector privado, trabajando en la prestigiosa firma estadounidense de abogados Baker&McKenzie. Lagarde ha llegado a ser la primera mujer que se ha sentado en el Consejo de Administración de dicha firma. Christine Lagarde, ministra de Finanzas de Francia y candidata a la presidencia del FMI.
Su paso por la política francesa ha sido fulgurante: ministra de Comercio en la etapa de Dominique de Villepin; ministra de Agricultura y Pesca en la primera etapa del primer ministro Françoise Fillon; y ministra de Finanzas desde el 19 de junio de 2007. En noviembre de 2009, el Financial Times la designó como mejor ministro de Finanzas de la Eurozona.
Se trata de una candidata con un currículum académico, profesional y político que la cualifica perfectamente para el puesto, con el añadido de que se trata de una mujer y estamos en un periodo donde lo políticamente correcta favorece al sexo femenino en la designación de cargos de los que, históricamente, las féminas han sido injustamente excluidas.

Agustín Carstens

Pero esta vez, los países emergentes no se han atenido a las directrices de Bretton Woods y el secretario de Hacienda de México ha lanzado oficialmente su candidato: Agustín Carstens, actual gobernador del Banco de México. Agustín Carstens, candidato a suceder a Dominique Strauss Kahn en el FMI.
Nacido en la ciudad de México en 1958, obtuvo su doctorado en Economía en la Universidad de Chicago, así como un Máster de Economía en la misma institución. En el aspecto profesional, trabajó desde muy joven en el Banco de México, afrontando las graves crisis de 1987-88 y 1994-95. Destacan su papel como subdirector gerente del FMI (1999/2000) y secretario de Hacienda y Crédito Público de México (2006/2009).
Actualmente está desplegando una intensa campaña para conseguir apoyos para su candidatura y ha presentado sus propuestas a la opinión pública española a lo largo de esta semana.
Merece especial atención en su mensaje el que todos seamos conscientes de que el mundo del año 2001 no puede regirse por las normas de 1945 y que el proceso de designación del director ejecutivo del FMI debe ser transparente, democrático y que el principal criterio para la elección ha de ser la valía y competencia, y no la nacionalidad del candidato. Además de estos principios esenciales que permitirían considerar candidaturas ajenas a la europea, Agustín Carstens aporta su intensa formación económica, su experiencia en el manejo de crisis financieras en México y su conocimiento personal de los entresijos del FMI. Mesa de las VI Jornadas de Ausbanc Internacional celebradas en Chapultepec (México) en el año 2006, con Agustín Carstens en el centro.
Estamos ante una apasionante encrucijada y, desde luego, aunque seamos europeos, los argumentos que se esgrimen por la candidatura de Carstens son sólidos y dignos de tenerse en consideración. En el caso concreto de España, Trinidad Jimenez ya ha confirmado al presidente de México que votará a favor de Carstens, ya que está integrada en el mismo bloque que México, Venezuela y cuatro países centroamericanos con un voto único e indivisible, pese a las preferencias españolas por la candidata francesa.

Sensibilidad para los consumidores Agustín Carstens intervino como autoridad destacada en las VI Jornadas de Ausbanc Internacional celebradas en Chapultepec (México) el 21 de febrero de 2006.

En Ausbanc conocemos bien a Agustín Carstens quien, en su calidad de secretario de Hacienda y Crédito Público, intervino como autoridad destacada en las VI Jornadas de Ausbanc Internacional celebradas en Chapultepec (México) el 21 de febrero de 2006. Sabemos que se trata de un magnifico político con sensibilidad para los consumidores, ya que recibió personalmente la Declaración Universal de los Derechos de los Usuarios de Servicios Bancarios y Financieros.
Por otra parte, España, además de pertenecer a Europa –donde últimamente somos bastante maltratados– tiene una conexión cultural y económica muy importante con los países de Latinoamérica, en los cuales México cuenta con un fuerte liderazgo con más de 110 millones de personas que hablan español y con una poderosa industria petrolera y de manufacturas, y con su poderoso vecino del Norte, cada vez más hispano –56 millones en el último censo–. Luis Pineda, presidente de Ausbanc, entregó a Agustín Carstens la Declaración Universal de los Derechos de los Usuarios de Servicios Bancarios y Financieros en 2006, cuando Carstens era secretario de Hacienda y Crédito Público de México.
La exigencia de transparencia en la toma de decisiones en los organismos internacionales, junto con el principio de que la competencia prevalezca sobre el origen, son principios fundamentales para la regeneración de cada país y de la comunidad internacional.
Por todo ello, reconociendo el papel de Europa y la valía de Christine Lagarde, es posible que haya llegado el momento de que una persona como Agustín Carstens sea el nuevo director Ejecutivo del FMI.